El resutado final de circular con velocidad con un neumático excesivamente bajo de presión y no detenerse, es este.
Al circular con baja presión, los perfiles del neumático, cuando esta en contacto con el suelo, se encuentran excesivamente curvados (casi plegados), después se enderezan y vuelven a estar rectos una vez han superado la zona de contacto con el asfalto. Por efecto del rotación de la rueda, este movimiento del perfil (doblegarse y retornar a su posición) hace que el caucho se caliente en exceso, se deteriore junto con las lonas de refuerzo interno y termine desgarrandose la banda de rodadura.
La llanta tiene un labio (un pequeño escalón) en cada lado (interno y externo) que permite fijar los perfiles en los extremos de esta. Por eso los perfiles se han quedado en sus alojamientos.
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